sábado, 10 de julio de 2010

Yeserías del Valle del Sarrón

Aragón es sinónimo de tierra mudéjar. Constancia de esto son las numerosas construcciones de este estilo que han sido declaradas Patrimonio Mundial. Aunque la mayor parte de estas reliquias mudéjares se encuentran del centro al Sur de Aragón, en las provincias de Zaragoza y Teruel, también en la provincia de Huesca podemos encontrarnos algunas sorprendentes muestras de este arte.
Antes de nada, esclarecer un par de términos.
  • Mudéjares: es término hace referencia a aquellos musulmanes que permanecieron en territorio cristiano tras la reconquista. Estas mismas gentes, posteriormente se le atribuyó el nombre de Moriscos y finalmente, en 1610, fueron completamente expulsados todos de la península.
  • Mudéjar: este nombre se le atribuye a todas aquellas realidades socioeconómicas, culturales, artísticas... tanto aplicadas por estos mudéjares, como heredadas por sus aprendices judíos y cristianos.
De esta forma, partiendo de la definición del segundo término, se deduce que en este arte mudéar se pueden diferenciar distintas partes según quién fuera su creador.
Decir, que la mayoría de estas yeserías mudéjares no fueron realizadas por estos moriscos sino por sus aprendices cristianos. Esto ocurre por ejemplo en el Valle del Sarrón, en el Somontano o en muchos puntos de la comarca de La Litera.

Centrándonos en la Ribagorza, las muestras más antiguas de este arte, de época medieval, se encuentran en las poblaciones de Roda de Isábena y Merli, ambas datables en el siglo XIII. En las dos poblaciones, estas muestras se encuentran talladas en las puertas de madera de acceso a los templos y poseen formas estrelladas y poligonales. Además se conservan los clavos y los tiradores originales que aumentan la decoración y belleza del conjunto.


De Mudéjar en Merli
Puerta de acceso a la iglesia de Merli.


Las muestras que siguen cronológicamente a estas del siglo XIII, se encuentran en la ermita románica de San Román, en La Puebla de Castro, catalogadas como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Datan del siglo XV y se encuentran decorando las vigas del coro que se alza sobre la puerta de entrada al templo. Están comprendidas por tallas y pinturas. Estas pinturas, policromáticas, tratan temas heráldicos del lugar, temas de animales (león, elefante, ciervos, águilas, peces...), temas de El Libro de Las Maravillas del Mundo (escrito por Juan de Mandeville en el que se muestra la vida y costumbres de gentes liberadas de los rigores de una ética cristiana) y por supuesto temas geométricos, todo ello en vivos colores.
Por último, las muestras de mudéjar de la Ribagorza más tardías se encuentran en el Valle del Sarrón, en los pueblos de Juseu, Torres del Obispo, Aler y Aguilaníu (por orden de importancia y cantidad).

La iglesia de Juseu, dedicada a San Julián, guarda en su interior las yeserías más importantes del valle declaradas también Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Sus orígenes se remontan al siglo XIII aunque su aspecto actual corresponde a un templo del  siglo XVII. Construida con sillarejos de arenisca bien cuadrados y una torre dividida en dos cuerpos, el primero cuadrangular y el segundo octogonal coronado por una semiesfera que hace de cubierta. De nave única con bóveda de cañón y arcos fajones, en sus muros laterales se abren cuatro capillas. Posee coro y un pequeño y escueto púlpito. Todos los techos, el de la nave y el de las capillas incluso el intradós de los arcos fajones, se encuentran decorados con estas yeserías mudéjares. Se trata de figuras geométricas (triángulos, rectángulos...), líneas que se cruzan formando a su vez más figuras, y montones de formas estrelladas de distintos tipos (de ocho y cuatro puntas), todas ellas de un blanco intenso y en relieve sobre un fondo más oscuro que las contornea. Se sabe la fecha exacta en las que se hicieron ya que se conservan documentadas en el Archivo Histórico de Protocolos de Zaragoza. De esta forma se sabe que fue Juan de Marca, un maestro cristiano que utilizaba técnicas transmitidas por los mudéjares, quien entre diciembre de 1661 y noviembre de 1662 realizó estas yeserías.

Las siguientes muestras de estas yeserías mudéjares del Sarrón, se encuentran en la iglesia de Torres del Obispo dedicada a Santa María en sus principios y a Nª Sª de la Asunción en la actualidad. Es de origen románico, aunque fue muy reformada posteriormente, sobre todo en los siglos XVI y XVII. Está construida con sillarejos toscamente trabajados y malamente colocados enfoscados a tramos con una capa gruesa de cal. Sobre el primitivo y románico ábside se levanta esbelta la torre-campanario reedificada en ladrillo en el año 1883, que sustituyó a la espadaña con doble vano que se encuentra en la pared de poniente. Primero se amplió la nave central, levantándose la techumbre y construyéndose sobre esta una sala capitular. Posteriormente se añadirían las dos naves laterales de menor altura las cuales se decorarían con estas yeserías barrocas mudéjares. Fue en esta reforma cuando se construyó también la actual portada plateresca.
Algunas de las yeserías que aquí aparecen son morfológicamente muy similares a las de Juseu aunque existe una mayor variedad, que no cantidad, de figuras. Aparecen conchas de Santiago, vegetaciones, unos curiosos puntas de diamante, angelotes... y por supuesto las mismas estrellas de ocho puntas de Juseu. De los seis arcos que separan la nave central de las laterales, sólo la mitad se encuentran decorados con estas yeserías (posiblemente se acabara el presupuesto), al igual que de las seis cúpulas de las naves laterales tan sólo una se encuentra totalmente decorada.
Debido a esta similitud entre las morfologías de Torres del Obispo y Juseu, y la época en la que se hicieron, parece lógico que fuera el mismo maestro el autor de estos trabajos, es decir, Juan de Marca.

Las siguientes yeserías más significativas son las que se encuentran en la iglesia de Aler dedicada también a Nª Sª de la Asunción. En los primeros documentos en los que aparece citada es en el año 1105 cuando fue consagrada. Realizada con sillarejos de arenisca  piedra toba, poco se conserva de su primitiva iglesia románica. De nave única y cubierta con bóveda de cañón realizada en piedra toba; existe también un pequeño coro. Posee un ábside poligonal que se realizó en el siglo XVI junto con una galería de arquillos y nervios que lo decoran en su interior. Posteriormente, en el siglo XVII fue cuando se levantó sobre este ábside la actual torre-campanario, también poligonal, y se añadieron las dos capillas laterales. Es únicamente en una de estas pequeñas capillas donde se encuentras las modestas yeserías mudéjares. Exactamente es la nave de la derecha, la de la Epístola la que se encuentra totalmente decorada. El intradós del arco fajón de esta nave está decorado con ángulos salientes entretejidos entre sí que dejan huecos con forma de estrella de ocho puntas. Mientras, la bóveda de cañón está decorada con una especie de "malla" formada por cuadrados y dos morfologías distintas de estrellas, también de ocho puntas, similares a las de Torres del Obispo y Juseu. Tanto las muestras del intradós como las de la bóveda se encuentran pintadas con vivos colores (amarillos, verdes, violetas, grises...). No se sabe muy bien la fecha en la que se pudieron realizar; es posible que fuera también Juan de Marca quien se encargara de realizarlas.

El texto correspondiente a las yeserías de Aguilaniu se encuentran el la entrada "Yeserías del Valle de Aguilaniu".

Por último, cabe concluir que todas las muestras de este arte mudéjar presentes en los diferentes templos del Valle del Sarrón, fueron realizadas por el mismo maestreo, Juan de Marca, debido a la similitud que presentan entre sí las distintas morfologías, y sobre todo debido a que las fechas en las que están hechas no distan mucho unas de otras.Parece ser que este maestro reprodujo estas mismas formas en diferentes templos de Zaragoza.

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